estival

las exigencias del verano y las listas

estival

Carta del 27 de julio del 2023:

Nací y crecí en una zona tan del ecuador que ya había cumplido años muchas veces antes de conocer el significado de la palabra estival.

Lo aclaro por si no lo sabes; en los países cercanos al ecuador terrestre, las estaciones no existen o son muy borrosas. Por tanto, durante los primeros 24 años de mi vida, viví en un verano constante, usando sandalias con jeans, chaqueta para ir al cine, sudadera en julio si el look lo requería y donde nunca se me complació con la compra de pantuflas para estar en casa por considerarse un completo sinsentido, un recogedor de polvo y una verdadera cochinada, ya que nadie en su sano juicio necesitaría de pies —más— calientitos. La chancla, chancleta o cotiza es en cambio el calzado del hogar por excelencia.

Mi aproximación a las estaciones —salvando uno que otro viaje fuera del verano— fue a través de los libros, es decir, teórica. Un destino estival, sin buscarlo en el diccionario, podía ser un destino simplemente vacacional o un destino de fiesta por aquello de festival, pero sin la efe, supongo.

Ahora que puedo opinar sobre el tema con unos cuantos años de experiencia práctica a mis espaldas, el veredicto es sin lugar a duda que las estaciones me gustan. Nos presentan una oportunidad de renacer cada tres meses que me resulta verdaderamente positiva. Dicho esto, con la hoguera de San Juan y su solsticio, la estación «estiva» disfrazada de festiva también trae consigo una lista de exigencias a completar en solo tres meses que otras estaciones no traen, y que algunxs intentamos concentrar en dos semanas para dejarnos una en navidad.

Descansar mucho – No hacer nada – Planear un viaje – Hacer de turista – Ir al mar – Aprovechar todas las horas de luz posible – Terracear – Quedar con amigxs – Nadar en la piscina – Ser un centro de actividades lúdicas para tus hijxs – Quedar - Comprar un bañador que te quede como te gusta – Hacer batidos de verdura y fruta con hielo – Ordenar la casa porque cuándo si no - Tomar el sol que estás muy blanca – Quedar – Leer más - Untarte en bloqueador solar – ¿Descansar mucho?


En una de las novelas que más he disfrutado en lo que va de 2023 —Ellas hablan de Miriam Toews— había un pequeño parrafito que empezaba como «my list is listing, listless» y continuaba explicando que el origen venía de la palabra «liste» del inglés antiguo, cuyo significado es deseo. Que también compartía el origen con la palabra «listen», escuchar.

Sin embargo, a pesar de lo mucho que amé esta definición no me conformé con esta idea romántica y busqué si esto era verdad. Muy a mi pesar no pude encontrar que etimológicamente estuviera ligada al deseo, pero de todas formas decidí escribirte una carta para decirte que este verano hagas listas más vinculadas al deseo y menos al deber. Dedicadas a escucharte, como si compartieran raíz y fueran la misma cosa. O renunciar a hacerlas del todo. Aunque de esto último no pueda hacer defensa justa porque para mí es casi antinatura.

Así que —también en épocas estivales— «Sentiremos angustia y sentiremos pena y sentiremos incertidumbre y sentiremos tristeza, pero no culpa, dice Ágata. Mariche corrige: podremos sentir culpa, pero sabremos que no somos culpables.»  ~ Mirian Toews (Women Talking, Faber&Faber 2019)
 

Adriana