autorretrato en gris
ay, Celia Paul <3
Carta del 18 de mayo del 2023:
Son las 9:23 de la mañana y los de la obra de al lado no han aparecido o están muy callados. Hoy no han sacado los martillos, supongo que en cambio están… ¿mezclando cemento? Están… ¿midiendo paredes? Aunque no sepa cuáles actividades puedan ser categorizadas como silenciosas en una obra, hoy en particular agradezco que se estén dedicando a ello. Tengo covid, o la covid-19 como diría la OMS. Detesto que le hayan asignado el uso femenino y creo que nunca lo he escuchado decir a nadie de manera natural en el día a día, lo que, en mi cabeza, valida mi disgusto. Escucho a una mosca dar vueltas cerca de la ventana, probablemente intentando escapar, pero no la veo y no tengo muchas ganas de levantarme de la cama.
El asunto es que no hay asunto, no sabría sobre qué escribir y es evidente. No sé qué escribir y estoy odiando cada minuto de la experiencia. Han pasado muchas cosas que no he contado y sin embargo ninguna parece lo suficientemente elevada para mencionar en una de estas cartas. Papeles son papeles, cartas son cartas, palabras del amor que nunca hacen falta, antes te quería, era por tu pelo, ahora que estás pelón, ya no te quiero. Eso cantábamos las niñas para jugar al «cececé» que siempre empezaba con ce-ce-cé-mete-la-pata-en-el-café. No obstante y a pesar de que todavía me sé la canción completa, definitivamente no me caló tan hondo puesto que me permití enamorarme de un hombre calvo.
El-buscador-por-excelencia-que-prácticamente-menciono-en-todas-mis-cartas no recoge el «cececé» como un juego de palmas, por tanto, he decidido dejar el anterior párrafo bajo la excusa de preservación histórica. En cambio, sí que recoge el color hex #cecece cuyo nombre es very light grey, pero si me hubiesen asignado a mí la tarea de nombrarlo, sin ninguna duda hubiese dicho gris buscaminas. Quienes saben, saben.
Otro gris, un poco más oscuro, es el del último libro que me ha tenido fascinada. Autorretrato de Celia Paul, editado por Chai. La autora emociona con sus textos en apariencia sencillos y a pesar de que todas las pinturas que se incluyen en el libro están en escala de gris. No le hizo falta color a ninguna de las páginas para lograr su cometido. Solo nos queda aspirar a contarnos algún día la historia de nuestras vidas con tanto manejo de verdad y honestidad. Desprovistas de heroísmo. Como yo no he solucionado aún del todo mis problemas con redactar reseñas, hasta aquí puedo decir. Y la regla gramatical de acentuación de la palabra «aun», aún no la asimilo, la he tenido que buscar.
Autorretrato lo compré en el frenesí de Sant Jordi, que es cada día más parecido a una yincana que a un paseo, pero que entra todavía en mi apartado especial de «se sufre pero se goza»; en la parte de «se sufre» compré también un libro de George Saunders pensando que era de George Sand, *facepalm*, pero ni tan mal. Eso fue parte de las cosas que habían pasado y que no había contado. Pero la más interesante es que encontré la palabra que explica todo esto que estoy haciendo. Se llama apofenia la condición que me aqueja, además de covid.
Apofenia se define como la experiencia de percibir patrones y conexiones en sucesos aleatorios o datos aparentemente sin sentido. En la parte de «se sufre» literalmente es porque algunos científicos la han asociado con fases previas a la esquizofrenia, en la parte de «se goza» está esta carta. Muchas, muchas gracias por leerla.
Adriana